Para toda empresa, la productividad juega un papel muy importante ya que de ello depende que esta siga su curso y pueda cumplir su papel económico, comercial y de contribución con la comunidad. Para el cumplimiento de estas metas empresariales es importante contar con diversos recursos tecnológicos, materiales y desde luego capital humano calificado. En el tema del capital humano el supervisor de producción ocupa un importante rol para la consecución de los diversos indicadores clave de la organización.
Los supervisores se encuentran a diario con situaciones de trabajo difíciles. Sus empleos requieren pensar en forma independiente y tomar decisiones además de tener la capacidad de armonizar prioridades conflictivas y responder a las urgentes necesidades tanto de los consumidores como de los auxiliares que los ayudan. Estos cargos son exigentes, a menudo estresantes y a veces abrumadores.
Por ello es imperante contar con supervisores que cuenten con el conocimiento, habilidad, experiencia, valores y actitud para el éxito de cada centro de negocios. El curso-taller de Formación de Supervisores está diseñado para que los participantes tengan la capacidad de administrar a sus colaboradores, mejorando la eficiencia del equipo, el logro de los resultados organizacionales.
Antes de iniciar con el curso de “formación de supervisores”, es importante evaluar las habilidades así como las necesidades especiales y el nivel de preparación de los participantes, por ello, se realizó la aplicación de test psicométricos para conocer su tipo de liderazgo, dominancia cerebral y la comunicación, esto para saber desde donde teníamos que partir y así las intervenciones fueran certeras.
Los supervisores deberán sentirse cómodos al facilitar un diálogo abierto que fluya libremente y capaces de presentar un modelo de comunicación franca y abierta durante el transcurso del curso. La auto-percepción es esencial para quien quiera convertirse en un efectivo supervisor de capacitación, y en algunas actividades se tocarán temas personales o emocionales.
Los supervisores deberán estar preparados para ayudar a que los colaboradores procesen sus sentimientos a la vez que controlan sus propios sentimientos, sirviendo de modelo de auto-control, otra habilidad que se enseñó durante el curso.
Para concluir el curso-taller se trabajó con la metodología SMART que permite establecer objetivos concretos, medibles, alcanzables, relevantes y con un marco temporal específico. Aprender a aplicar esta técnica puede marcar la diferencia en la búsqueda de potencial personal y desarrollo. Esto ayuda a que los supervisores a saber hacia dónde van es fundamental para determinar qué tienes que hacer, cómo y con qué para llegar hasta ese punto. Establecer prioridades y jerarquizar de lo más importante a lo menos relevante.
