La importancia del talento humano para la productividad de una empresa es vital, en los últimos años las grandes tendencias en el ámbito empresarial se han enfocado en fortalecer, estimular, promover y mejorar las capacidades y condiciones de los empleados, de tal manera que estos puedan ser la persona que realmente se requiere en la organización.
La suma perfecta de un colaborador productivo tiene que ver con dos condiciones principalmente: el cumulo de experiencias de aprendizaje que le permiten saber y saber hacer cada una de las tareas que le fueron encomendadas; y la actitud que es lo que origina que ese conocimiento sea llevado a la práctica de la mejor manera, en otras palabras, querer hacer y poder hacer. Esta ecuación es lo que se le conoce como COMPETENCIA LABORAL.
De esta manera las áreas de Recursos Humanos tienen un objetivo en común, buscar personas más completas para los diferentes puestos de trabajo y es aquí donde la competencia laboral cobra relevancia, debido a la genuinidad de los propios puestos de trabajo; puede ser sencillo establecer el perfil ideal, sin embargo, este debe tener la capacidad de poder ser valorado por diferentes métodos mismos que permitan ver la ecuación que anteriormente se ha comentado.
Antes de continuar con los pasos necesarios para poder implementar algo similar en las empresas o negocios, es preciso que se pueda comprender de manera integral a que se refieren las:
Competencias laborales o “skills”.
Existen diferentes explicaciones acerca de este término y entre las más desarrolladas en los ámbitos organizacionales se puede destacar a los siguientes autores: Spencer and Spencer y Martha Alles. Ambos modelos determinan que el ser humano puede desarrollar dos tipos de competencias soft y hard skills, estas últimas son las únicas que se pueden comprobar a simple vista, es tan sencillo como revisar su título de una carrera universitaria para suponer que posee el conocimiento y la habilidad. No sucede así con las primeras, debido a la peculiaridad de estas, lo que hace aún más complicado, incluso para el área de RRHH y más aún para los ajenos.
Así lo que está en la parte no visible y cuya evaluación requiere ser realizada a profundidad se le conoce como Soft Skills o habilidad blanda. De un modo sencillo puede decirse que las Soft Skills son un conjunto de habilidades que incluyen las interpersonales, de comunicación, para escuchar, administración del tiempo y empatía, entre otras. Estas permiten a los colaboradores adaptarse a la cultura de la empresa e interactuar con sus compañeros; además del poder y querer hacer su trabajo.
Algo interesante de las Soft Skills, es que pueden considerarse innatas y van desarrollándose a lo largo de la vida, por lo cual, un título o grado escolar no determina la presencia de estas. Entre las ventajas de poder evaluar y desarrollar este tipo de habilidades en los colaboradores, se puede nombrar:
- Mayor capacidad para desarrollar esfuerzos adicionales y con el ánimo de ofrecer una influencia positiva en el entorno laboral.
- Son mucho más adaptables y flexibles frente a las diferentes situaciones, incluso si estas son negativas en sentidos numéricos.
- Mejor comunicación entre trabajadores y áreas de la empresa.
- Y algunas de las favoritas de los empleadores: comunicación, actitud positiva, trabajo en equipo, liderazgo, negociación, toma de decisiones; y en el entorno cambiante como el que se vive en esta segunda década del siglo XXI: flexibilidad, innovación, creatividad, resiliencia.
Por otro lado, las hard skills o habilidades duras son parte del conjunto de habilidades o conocimientos que se requieren para desarrollar un tipo de trabajo. Estos tipos de habilidades se aprenden, regularmente en los espacios académicos, educativos y de capacitación, y se pueden definir, evaluar y medir, por ello están en la punta del iceberg y son fácilmente visibles.
Entre las más solicitadas por el área de Recursos Humanos son:
- Habilidades informáticas: uso de software y hardware desde básico y general, hasta altamente especializado: Office, Internet, ERP´s.
- Habilidades analíticas: recopilación de datos, analizarlos, descifrar el significado y presentarlos: administración de recursos, gestión de base de datos, interpretación de datos.
- Habilidades de Marketing: conocimiento general de ventas, publicidad e investigación del consumidor, así como todas las habilidades digitales: Marketing en redes sociales y publicidad en redes sociales.
- Habilidades de gestión de proyectos: experiencia en gestión general, así como competencia en ciertos aspectos más técnicos: programación de proyectos, planificación estratégica, gestión del ciclo de vida del proyecto, entre otros.
- Habilidades de un segundo idioma: inglés y chino mandarín se encuentran entre los principales.
Ahora bien, para implementar un modelo basado en competencias dentro de la empresa ¿qué se requiere?
- Definir puestos basados en competencias: estás deben de estar alineadas con el objetivo principal del negocio, además de tener claridad en definir aquellas que serán cardinales (que toda la organización deberá de poseer) y específicas. Para tal efecto puedes hacer uso del diccionario de competencias de M. Alles.
- Describir competencias y asignarle un grado de presencia: lo cual te permitirá tener un concentrado de conductas y niveles en donde quieres ver a tus colaboradores, además de darte un indicador para desarrollar. Los niveles pueden ubicarse en bajo, medio, alto y superior.
- Evaluar por competencias: desde un proceso de atracción como en una promoción o evaluación de desempeño siempre es importante indagar en que nivel de presencia se encuentra la competencia en nuestros colaboradores, para esto puedes usar psicometría laboral o exámenes de conocimientos que te aporten datos objetivos.
- Desarrollo de competencias: No basta con solo tenerlas, todo modelo de competencias tiene que ser sensible a la mejora continua, y es aquí en donde realizar el ejercicio de graduarlas tomará sentido. La capacitación y formación constante es lo que permitirá llegar a los niveles requeridos y tener a la persona ideal en tu organización.
Apostar por un modelo de competencias permitirá a tu organización tener claro con quién cuentas y hasta donde lo puedes hacer crecer; y, así también tus objetivos serán logrados. Te gustaría saber más de este modelo e implementarlo en tu empresa, estamos a tus órdenes.
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